lunes, 21 de octubre de 2019

Biografía de Fray Bernardino de Cárdenas


SEMBLANZA A FRAY BERNARDINO DE CÁRDENAS
Por: Remberto Paye Paye

Fray Bernardino de Cárdenas
Con el propósito de que se tenga una visión más efectiva y real del medio en que se desarrolló su labor apostólica de Fr. Cárdenas, a través de estas líneas trataremos de dar un marco adecuado del aspecto  histórico de la época.
            Se tiene noticias que el año 1522, inician formalmente su labor en  la América los franciscanos, quienes habrían llegado primero a México y posteriormente a otras regiones de latino América, dando paso a licencia otorgada por el Papa, quienes a su paso por los pueblos indígenas se preocuparon de enseñar la doctrina cristiana, tanto a adultos como a niños; se dividían en doctrinas y conversiones. Las primeras eran dedicadas a los grupos familiares ya cristianas; y el segundo, dedicadas exclusivamente a la conversión de los neófitos, siempre alrededor de una iglesia, construida por ellos mismos.
            Posteriormente, alrededor del año 1560 ya se tenían las Misiones Franciscanas en lo que hoy es el Departamento de La Paz, pues estos se tiene referencias válidas que fueron los primeros que exploraron el río Madre de Dios, habiendo hecho su ingreso por Sorata, También otros entraron por el río Carabaya, desde el Bajo Perú. Posteriormente Fray Bernardino de Cárdenas, acompañado por Fray Gregorio Bolivar ingresaron por la ruta de Zongo hasta los ríos Madre de Dios y Beni.
            Es evidente que el ingreso de las misiones franciscanas a las diferentes regiones de la República, donde debían continuar la catequización de los nativos fue importante y sobre todo con la meta de recuperar grandes concentraciones humanas a la vida civilizada, poniendo en el desempeño de su misión muchas fatigas, para el lleno de su apostolado, ya que gracias a ellos se operó un gran cambio en todas las zonas donde ingresaron los Misioneros Franciscanos, no sólo en el aspecto de Instrucción, sino también en el campo de actividades, actitudes y costumbres diferentes, por lo que adquirieron gran respeto y estimación hacia ellos, lo que importó en su hora una clara y positiva acción que benefició y aún continua beneficiando a grupos humanos que sin la intervención de la Orden Franciscana ya habrían desaparecido.
            Fue tal el ascendiente que llegaron a tener sobre estos indígenas y el buen éxito coronó de tal manera sus esfuerzos, que bien pronto  las cabañas dispersas de aquellas poblaciones nativas se vieron reemplazadas por múltiples y hermosos caceríos que respiraban el orden y la limpieza y en medio de las cuales se levantó una espaciosa Iglesia con su Convento.
            De acuerdo a referencias históricas, el siglo XVII se inició en forma decidida la catequización de los nativos existentes en zonas montañosas muy ásperas y tortuosos caminos; destacándose en esta labor catequizadora y de conversión a Fray Bernardino de Cárdenas, quien  tuvo mucho  éxito  en  esta delicada misión de arraigar a los nativos en la fe católica, buscando extirpar la idolatría y supersticiones, dándoles una instrucción sólida en cuanto lo permitía su poder de receptividad.
            En diciembre de 1623, Fray Bernardino de Cárdenas, fue enviado a pacificar a los nativos de Zongo, Challana, Simaco, que se sublevaron con los opresores españoles. Tuvo éxito en esta misión, no por casualidad, sino por el idioma que hablaba correctamente el aymara y el quechua y  sobre todo logró penetrarse en la psicología del nativo, y lejos de adaptar a los indígenas a los métodos europeos, adaptó los métodos del viejo mundo a la idiosincrasia del indio.  Y así Cárdenas. “Sin más armas que la cruz del redentor sometió a la obediencia a los indios rebeldes, salvando así, la vida de muchos pueblos”.
            Fray Bernardino de Cárdenas - como otros misioneros franciscanos - llevó una vida de enormes sacrificios, visitando comarcas indígenas donde aprendía los idiomas nativos para enseñar y predicar con tan apostólica persistencia que al cabo de algunos años su nombre sonaba en las esferas eclesiásticas como el de un paladín iluminado por la pasión evangélica de la cruz. Había logrado imponer doctrina de indios a la fe de Cristo, cuando los mismos indio proclamaban las virtudes del franciscano que hablaba el quechua y el aymara, con la misma plasticidad fonética que lo hiciera un aborigen y que valiéndose de esto lograba cristianar a los neófitos sembrando la sabiduría bíblica por cuantos sitios hubiesen pisado sus plantas infatigables. Con el único fin de catequizar a los infieles y ganarlos para una nueva vida no sólo espiritual sino también familiar y de sociedad, haciendo por consiguiente soldados de una gran cruzada que debe ser valorado en su integridad.

Logo de la Unidad Educativa Fray Bernardino de Cárdenas

BREVES DATOS BIOGRÁFICOS

            Los compendios enciclopédicos que se ocupan de Fr. Bernardino de Cárdenas, ilustre franciscano, natural de La Paz, son generalmente insuficientes. Y sin embargo no se encuentra en el siglo XVII otro Obispo, cuya vida, por los sucesos y sumamente trágicos a la vez hayan llamado tanto la atención de la América Latina y de una gran parte de Europa.
            Los cronistas de la Orden indican Chuquiabo, como entonces se llamaba la ciudad de La Paz como el lugar de nacimiento de Fr. Bernardino de Cárdenas el día 19 de mayo de 1562. Sus padres fueron Celestino Félix de Cárdenas y Teresa Ponce, murió el 24 de octubre de 1668 en Arani Cochabamba, lugar de su obispado.
            A la edad de los 15 años ingresó como novicio en el Convento de San Francisco de Lima. Concluido sus estudios,  recibió la unción sacerdotal, probablemente de manos de Santo Toribio de Mogrovejo, arzobispo de Lima.
            La Provincia Franciscana de los XII apóstoles, conociendo sus dotes de Fr. Cárdenas lo destinó como Lector de teología al convento máximo de la época de Cuzco, dándole el título de Predicador General.
            En el año de 1614 hallamos a Fr. Bernardino de Superior del Convento de Chuquisaca, de mucha importancia entonces por la real Audiencia, por lo que se ponía allí superiores de mucha experiencia y capacidad. Posteriormente Fr. Bartolomé de  Solís, nombró a Fr. Bernardino de Cárdenas Vicario Provincial de los Conventos de Chuquisaca, Potosí, Oruro, Chuquiabo, Cochabamba, Mizque, Pocona y Tarija.
            En 1619 le nombraron Superior del Convento de la Villa Imperial de Potosí. A él se encargó el sermón fúnebre, cuando el venerable siervo de Dios Fr. Vicente de Vernedo, sacerdote Dominico, había sido llamado a la eternidad.
            La Provincia de San Antonio de los Charcas - como antes mencionamos – no descuidó la conversión de los indios bárbaros hizo llamar a Fr. Bernardino para los nuevos campos de actividad misionera. El día 22 de mayo de 1621, fue nombrado por el Padre Comisario General de la Orden, como Jefe de la Misión de los Indígenas. Fr. Bernardino incansable en la misión de evangelización, cuidó y atendió a los indios ya convertidos donde ha sido grandioso el fruto de su predicación y doctrina entre los indios del Collao.
            La fama de Fray Bernardino de Cárdenas fue aumentando, pues fue nombrado Delegado al Concilio Platense en Argentina. Esta reunión Episcopal fue convocada por el Arzobispo Fr. Francisco Sotomayor por encargo de Felipe IV. Se inició el 14 de mayo de 1629. Se trató de la reforma de las costumbres y de la instrucción de los indios. En este magno encuentro Fr. Bernardino  fue elegido como Predicador de los indios y de la Extirpación de Idolatrías, con este nuevo cargo se abrió camino más ancho para su vocación de misionero.
            A fines de 1638 recibió nada menos que de su Majestad el Rey Felipe IV anunciándole que estaba decidida su presentación ante el Sumo Pontífice el Papa Urbano VIII para que fuera consagrado Obispo de Asunción de Paraguay. Fue consagrado como Obispo en Tucumán Argentina por Monseñor Melchor Maldonado.
            Tomó posesión de su nueva sede en Paraguay, cumplió todo lo que un Obispo debe hacer. Concluida su misión en Paraguay, se trasladó a la ciudad de Potosí donde permaneció 4 años y tres meses. En 1654 su traslado a Oruro, a los cinco meses se trasladó a La Paz
            Finalmente fue nombrado Obispo de Santa Cruz con sede en Arani, pueblo de clima templado y muy próximo a Cochabamba, entró en ella con gran predicamento, haciendo su apostolado de acuerdo y buen entendimiento con el clero.
            Esta es en pocas líneas la Biografía del Obispo del Paraguay y Santa Cruz de la Sierra. Figuras como la de Fray Bernardino de Cárdenas tan llenas de vitalidad y de contenido social, son pocas conocidas por nuestra comunidad educativa,  y más aún por la sociedad en general